miércoles, 12 de septiembre de 2012

UN PASEO

   ¡Lo que se puede llegar a ver una tarde de septiembre dando un paseo por un camino polvoriento! Tras el duro verano y la prolongada falta de lluvia, los campos se encuentran secos y agostados.



   Incluso la vegetación autóctona sufre los rigores del cálido verano, como este roble, uno de los pocos ejemplares de la zona, 


los brezos, pinos y alcornoques ...


   Las cortezas se agrietan y rezuma la resina.




   Aún sin verdor, las plantas mantienen su belleza, como estos "zapaticos" (madreselva) o las clemátides con sus formas caprichosas.





Los frutos siguen madurando:

Escaramujos,




 moras,



 zarzaparrillas,



 serbales,



 lentiscos,



madroños, palmitos,


y algarrobos, con sus vainas dulces, golosinas para los jabalíes y conejos de la zona.


No importa cuantas veces recorras el camino, siempre encontrarás sorpresas si sabes observar.




La belleza aparece en los pequeños detalles.



¡Disfruta tu paseo!

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